A veces la música puede expresar más que las palabras. Es como si estuvieras al frente de tu amado, pero él en la cárcel mirándote desde una ventana donde sólo puede admirar tu belleza y escuchar la conversación de los otros convictos.

Puede que no sepa lo que dice. Puede que no sepa nada de la vida. Puede que sea un pobre idiota. Puede que pasen tantas cosas. Pero no pasan. Puede que eso sea bueno. Puede que no. Bell Morning. Música depresiva. Música para momentos en que no quieres ni una mierda. Belll Morning. Sonrisas para los demás, mierda para uno. Quizás unas benzodiacepinas de tu primo no estarían mal. Lo tienes a dos cuadras. Quizás sólo debes irte fuera de la ciudad a estar con los que quieres (y que te das cuenta que no son más de diez... ¡no más de diez!). Mornin Bell. Ecos. Morning Bell. Mierda. Más mierda. Piensas en tu familia. Piensas con rabia. Piensas borracho. Enojado y malhumorado. Amor. Nada más que eso. ¿Dónde está? A la chucha. Donde no lo alcanzarás hasta que llegues a otro mundo. Quizás al otro lado. No, no digo en la muerte. Digo en la tierra de las mujeres más interesantes de este continente. Morning Bell. Videotape. Scatterbrain.

Doy abrazos pero necesito uno (pero uno de cada uno). Veo a todos bailando y levantando las manos, sonriendo porque tienen lo que quieren y es lo que yo no tengo. Morning Bell. Mornin Bell. Necesito más vida. Necesito la sonrisa. Necesito la paz. Necesito esa palabra imposible. Imposible de encotrarla. Imposible de encontrarla Imposible de encontrarla. No llega. No quiere. No le importo. No me hace caso. Sólo me mira de reojo. Se asusta. Hace el amague. La para de pechito pero no da el pase. Pareciera ser un piano que le falta una tecla o un sonido que define el futuro. Mi futuro nebuloso. Mi paciencia y mis emociones. Que llegue el segundo mes. Que llegue lo que espero y que no se aproxima. Morning Bell. Videotape. Scatterbrain.